No es fácil estar en la élite del fútbol internacional y a la vez ir consolidando una carrera como cantante.
A priori, son dos profesiones incompatibles para hacerlas al mismo tiempo, precisamente por la disciplina, los compromisos, el tiempo y la dedicación que cada un de ellas demandan.
Sin embargo, el barranquillero Pablo Sabbag viene demostrando que las dos cosas, con una buena organización, planeación y metas claras, se pueden hacer, sin que la una interfiera en la otra.
Sabbag está en Corea del Sur, donde juega para el Suwon, equipo que compró su ficha, y desde Seúl, donde reside, se muestra feliz, radiante y a gusto, porque considera que viene aportándole goles a su equipo, pero también viene dedicándole tiempo a su otra pasión que es la música.
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