A poco más de 90 kilómetros de Atenas, se alzan los restos de uno de los principales centros de poder del mundo griego antiguo: Micenas . Este enclave arqueológico fue descubierto en el siglo XIX por Heinrich Schliemann, quien, inspirado por los relatos de Homero, buscaba las huellas del rey Agamenón y la guerra de Troya . Hoy, las excavaciones han revelado mucho más: una red de palacios, talleres, murallas y tumbas reales que revelan una sociedad compleja y altamente organizada.
El periodo micénico (1600–1100 a.C.) lleva su nombre por la importancia que alcanzó este asentamiento. Aunque inicialmente se creyó que Micenas lideraba una especie de imperio, hoy se piensa que la civilización micénica estaba compuesta por diversos reinos independientes, entre ellos Pilos, Tebas o Cnoso