En Argentina, el mercado de celulares muestra un claro cambio de tendencia: mientras que hace diez años se vendían 13 millones de unidades anuales, en 2024 la cifra descendió a 6,5 millones. Esta reducción refleja que los usuarios extienden la vida útil de sus dispositivos, influidos principalmente por razones económicas y la ausencia de innovaciones tecnológicas disruptivas que justifiquen un recambio rápido.
Enrique Carrier, analista de telecomunicaciones, señala que “en la Argentina hay una tasa de renovación de entre 3, 6 y 4 años. Esto es bastante más alto que años atrás”. Según explica, la principal motivación para cambiar el celular es el desgaste físico, como la batería o daños en el equipo. “Hoy, una de las pocas funcionalidades que puede acelerar la renovación es disponer de NFC