Este domingo en Mendoza se vivió un verdadero escándalo tras la derrota de Deportivo Maipú frente a Colegiales por 2 a 1, en un partido correspondiente a la fecha 33 de la Primera Nacional. Apenas el árbitro Fabricio Llobet marcó el final del encuentro, un grupo de hinchas locales derribó parte del alambrado, invadió el campo de juego y se enfrentó con los propios jugadores del “Cruzado”.

La tensión comenzó cuando algunos simpatizantes exigieron camisetas a los futbolistas y, ante la negativa, se desató la violencia. El arquero Ignacio Pietrobono fue uno de los primeros en ser abordado y tuvo que ser resguardado por la seguridad privada. Hubo empujones, insultos y hasta golpes de puño, mientras el resto del plantel intentaba refugiarse en el centro del campo.

El escándalo se vio agravado

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