En plena investigación a dos trabajadores de la cárcel de Brieva (Ávila) por dar regalos a Ana Julia Quezada a cambio de sexo , la asesina ha protagonizado un nuevo incidente. Según ha sabido el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica, un funcionario de la prisión descubrió que Quezada ocultaba un objeto prohibido .
Se trata de un juego de cartas , que fue requisado. Ana Julia, según fuentes penitenciarias, reconoció que la baraja era suya, pero aseguró que se la había entregado "el demandadero", un trabajador del centro penitenciario. La prisión abrió una investigación interna y trasladó a la asesina, interna en el módulo azul de Brieva, considerado "de respeto" y en el que las internas gozan de un régimen menos severo, al módulo rojo , mucho más estricto.
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