El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció esta semana que cerca de dos millones de inmigrantes en situación irregular habrían abandonado Estados Unidos en los primeros 250 días de la nueva administración de Donald Trump.

Según un comunicado, alrededor de 1,6 millones se habrían “autodeportado” y más de 400.000 habrían sido expulsados del país mediante procesos oficiales. Las cifras, que marcarían un récord en materia migratoria, fueron presentadas como una prueba del éxito de las políticas restrictivas del presidente y su equipo.

Sin embargo, los métodos utilizados para llegar a sus conclusiones provocaron serias dudas entre expertos y organizaciones de investigación.

El número de 1,6 millones de “autodeportados” proviene de un estudio del Centro para

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