Si algo quedó claro en el debate de la pasada semana en las Corts es que hay entendimiento entre el PP de Carlos Mazón y Vox. Al igual que ocurrió en el pacto de legislatura, donde el president cerró un acuerdo exprés que irritó a Génova, Mazón sabe que hoy los populares no pueden gobernar (aprobar presupuestos) sin entenderse con el partido de Santiago Abascal.
Por este motivo dicen que el president ha decidido involucrarse sin ambages en las denominadas "guerras culturales". Sus nuevas propuestas identitarias en materia de señas, lengua, etc., son gestos a la bancada de Vox.
Las "guerras culturales" sirven para movilizar al electorado y para desviar la atención de asuntos como las responsabilidades por la barrancada. Más o menos como hace Pedro Sánchez con Gaza. Así que el PP recurre d