Dormir mal tiene sus consecuencias. Más del 60% de los argentinos ha tenido insomnio alguna vez y, a nivel mundial, las patologías del sueño afectan a entre el 10% y el 15% de la población.

En algunos casos, el insomnio dura un breve tiempo , generalmente por situaciones contextuales estresantes y, a medida que estas mejoran, se recupera el buen dormir. En otros, el problema se vuelve crónico y constituye uno de los factores que influyen en enfermedades metabólicas, cardiovasculares, trastornos de ansiedad, depresión y disfunciones sexuales.

Muchas veces, unas pocas noches de insomnio bastan para que aparezca el miedo a no dormir , lo que favorece la instalación de un círculo vicioso que aumenta la ansiedad y la mala predisposición para descansar.

Los trastornos del sueño comp

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