El robo de hidrocarburos y su nueva variante, el huachicol fiscal, se han consolidado como dos de los negocios ilícitos más lucrativos de México.

La primera modalidad consiste en las tomas clandestinas y las perforaciones a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para extraer combustible y luego comercializarlo. La segunda, detectada desde 2021 por el SAT, se refiere al contrabando de combustibles que ingresan al país haciéndose pasar como aceites y otros aditivos, con el objetivo de reducir el pago de impuestos.

Por el huachicol tradicional, Pemex reportó que el quebranto al erario ascendió a 20 mil millones de pesos en 2024. En tanto, la variante fiscal representa un impacto mayor: de acuerdo con PetroIntelligence , este ilícito le cuesta al país 177 mil millones de pesos

See Full Page