Este año se conmemoran sus 40 años de trayectoria profesional. ¿Cómo resumiría la evolución de su carrera?

Mi carrera viene desde el legado de mi padre, un ingeniero civil que dedicó su vida al desarrollo de grandes obras de infraestructura. Acogiendo toda esa experiencia y reputación que venía de él, enfoqué mi profesión hacia la finca raíz, imprimiendo una nueva visión.

Los hitos más relevantes no los mido en cifras ni en metros cuadrados, sino en cómo cada desarrollo ha transformado un lugar y ha aportado algo a la ciudad. Recuerdo con gratitud los proyectos icónicos en Bocagrande, Castillogrande y El Laguito, o el Paseo de la Castellana, que dio nueva vida a un sector de Cartagena; hasta llegar a lo que hoy representa morros: una manera distinta de habitar frente al mar, un símbolo d

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