En medio de sus arduas labores diarias, los policías de una estación en la localidad de Kennedy , Bogotá, han decidido ir más allá de su deber. Han convertido parte de su estación en un refugio para perritos que antes vivían en la calle. Estos animales, que alguna vez fueron invisibles, ahora conviven con los uniformados, quienes les dan cuidados, alimentación y protección. La iniciativa ha demostrado el lado más humano de la fuerza policial y ha generado una oleada de solidaridad en la comunidad.
Un rescate que lo inició todo
Todo comenzó con una perrita criolla llamada Princesa . El comerciante y amante de los animales, Carlos Camargo , la encontró gravemente herida tras ser atropellada frente a la estación. La perrita tenía la piel desgarrada y se encontraba en un estado crítico