La violencia criminal ha puesto en jaque al transporte urbano en San Juan de Lurigancho (SJL) , el distrito más grande y poblado del Perú. Esta semana, las empresas de transporte que operan las rutas La 50 y Huáscar decidieron suspender sus servicios debido a amenazas directas y ataques armados perpetrados presuntamente por bandas de extorsionadores.
El hecho ha dejado a miles de usuarios varados y ha revelado el creciente control que organizaciones delictivas ejercen sobre servicios públicos esenciales como el transporte urbano. Se trata de un nuevo episodio dentro del preocupante avance de la inseguridad ciudadana en Lima .
Ataques y amenazas: ¿por qué dejaron de operar las rutas La 50 y Huáscar?
Según los propios transportistas, la medida fue tomada tras una ola de amena