Por Julie Turkewitz and Adriana Loureiro Fernandez
En un rincón de la capital de Venezuela , cientos de simpatizantes del gobierno llevaban armas colgadas en el pecho, mientras una sucesión de oradores, micrófono en mano, los instaban a defender la nación con sus vidas.
Sin embargo, en otras partes de la capital, Caracas, se respiraba una calma mezclada con una especie de fatiga y escepticismo ante la posibilidad de que alguna vez se produzca un cambio político en Venezuela.
Tras obtener una inusual visa para periodistas extranjeros, pasé una semana en Venezuela en un momento especialmente tenso. Las relaciones con Estados Unidos están en una encrucijada, y el gobierno de Donald Trump ha estado enviado buques de guerra al Caribe. La magnitud de la operación y las amenazas públicas del