La ciudad de Bolzano, puerta de entrada a los Dolomitas, ha decidido ponerle precio al acompañante más peludo de los turistas: su perro. A partir de 2026, cada visitante con mascota deberá pagar 1,50 € diarios, mientras que los residentes afrontarán un impuesto anual de 100 € por animal. La idea es clara, trasladar a los dueños de los perros el coste de la limpieza de las calles y financiar nuevas áreas verdes caninas.
Luis Walcher, consejero provincial, lo explica sin rodeos: “la única suciedad de nuestras calles es la de los perros”. Pero esta frase ha encendido la polémica entre familias viajeras y asociaciones de protección animal, que acusan a la administración de convertir a los animales en contribuyentes y de optar por medidas punitivas en lugar de educación cívica.
ADN canino y f