Pocas películas marcaron tanto la memoria colectiva como la versión de "El Mago de Oz" que fue estrenada en 1939 .
Esta superproducción de Metro-goldwyn-Mayer (MGM) no solo llevó al cine la novela de L. Frank Baum con una estética inolvidable sino que, también, definió un modelo de aventura fantástica que todavía inspira a generaciones enteras.
El proyecto nació en un contexto difícil . Tras la Gran Depresión , el público necesitaba un escape, y MGM vio la oportunidad de ofrecerlo siguiendo el éxito de " Blancanieves y los siete enanitos " (1937).
En aquel momento, contó con un presupuesto que superó los dos millones de dólares -una fortuna para la época-; y el estudio apostó por una mezcla de fantasía, canciones memorables y un despliegue técnico sin precedentes.