Su oportuna diligencia de bombero venezolano salvó muchas vidas en Lara, Trujillo, Mérida, Táchira, Falcón o el estado Zulia, no en un incendio, accidente marítimo o vial, sino que la oportuna y rápida respuesta del Mayor (B) Luis Contreras llevó a tiempo –a cualquier emergencia hospitalaria– el antídoto contra la mordedura de serpientes venenosas.
Hoy el Mayor (B) Luis Contreras a sus setenta años de edad, una artrosis de cadera le impide caminar y llevar una vida normal, condición que sin embargo no le quita el ánimo ni le impide seguir ayudando a la ciudadanía llevando el medicamento antiofídico que es la diferencia, entre la vida y la muerte, cuando una serpiente inocula su veneno en alguna persona.
Este oficial bomberil que fue designado Embajador de Buena Voluntad por la *UNESCO* e