Decenas de miembros de la familia Ming fueron declarados culpables de actividades delictivas, y muchos recibieron largas penas de prisión.

La familia Ming trabajaba para uno de los cuatro clanes que operaban en la remota ciudad de Laukkai, en Myanmar, cerca de la frontera con China. El lugar lo convirtieron en un centro de apuestas, drogas y estafas.

Myanmar finalmente tomó medidas drásticas, arrestando a muchos miembros de estas familias en 2023 y entregándolos a las autoridades chinas.

Un total de 39 miembros de la familia Ming fueron sentenciados el lunes en la ciudad oriental de Wenzhou, según un informe de la cadena estatal china CCTV.

Además de los 11 miembros condenados a muerte, otros cinco recibieron penas de muerte con dos años de suspensión de la pena; 11 fueron condenados a

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