Nadie niega ya que el manual de resistencia de Pedro Sánchez para mantenerse en el poder pasa por la polarización. Va sembrándola por tierra, mar y aire, y hasta lanza al Rey a discursos que convierten la institución de la estabilidad por antonomasia en pasto de acerbos debates.

Sin embargo, todo parece indicar que esta vez el tiro le va a salir por la culata. Por supuesto, tiene medios y habilidad como para agitar las aguas de la opinión pública, pero no va a poder levantar la losa que ha caído sobre su gestión, en general, y sobre su persona, en particular. Supongo que ningún asesor de los muchísimos que tiene se atreverá a decírselo, y él quizá no lo vea ni mientras se mira en el espejo. Lo sepa y lo oculte, o no lo sepa, es igual: su capital electoral está agotado.

La polarización pu

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