Carlos Alcaraz está haciendo una temporada perfecta y este martes se ha anotado su octavo título del año. Después de una semana con bastantes dudas tras torcerse el tobillo en la primera ronda del ATP 500 de Tokio , el murciano se puso en manos de su fisio, Juanjo López , para no tener que abandonar el evento y, a la postre, terminar ganándolo con una nueva exhibición, esta vez de tenis efectivo.
Supo el murciano tras su lesión frente a Sebastián Báez que si quería continuar en el torneo debía hacerlo con un tenis muy directo. Jugando a pocos tiros, aprovechando la velocidad de la pista de Tokio –una de las más rápidas del circuito– y metiéndose en la cabeza de sus rivales para minarles la moral y que perdiesen cualquier esperanza en derrotarle. Le salió bien la estrategia a Car