El fútbol colombiano volvió a quedar en el ojo del huracán tras una grave denuncia hecha por el delantero Avilés Hurtado. Según declaró en rueda de prensa, Fernando Salazar, dueño de Águilas Doradas, amenazó verbalmente a varios jugadores del Deportivo Cali durante el partido que se disputó a puerta cerrada en el estadio Alberto Grisales.

“El partido era sin público y tengo entendido que él no estaba autorizado para estar ahí. Sin embargo, entró y comenzó a gritarle cosas a nuestros compañeros. Eso no puede pasar en el fútbol profesional”, expresó Hurtado con evidente molestia.

El atacante vallecaucano afirmó que esta situación afectó la concentración del equipo en el desarrollo del juego, que terminó con derrota 3-1 ante el cuadro antioqueño. “Uno viene a jugar, no a que lo amenacen des

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