El Real Madrid cumplió con el trámite en Almaty. No brilló, aunque terminase con una engañosa goleada, pero sumó tres puntos que valen oro para aliviar, aunque sea mínimamente, la herida abierta tras el derbi del Metropolitano. Los de Xabi Alonso siguen tambaleándose, sin ofrecer señales claras de recuperación, pero encontraron en Mbappé un refugio seguro: el francés está varios escalones por encima del resto de sus compañeros.
El equipo blanco llegó a Kazajistán tocado anímicamente y con dudas futbolísticas tras lo sucedido el pasado sábado en el Metropolitno, pero la victoria contra el Kairat al menos aporta un respiro antes del exigente duelo contra el Villarreal del próximo sábado. Con Mbappé todo es mucho más sencillo, aunque a Xabi le crece otro problema en la figura