Donald Trump vuelve a mostrar su lado más combativo. Ha propuesto algo que suena a película de acción: convertir grandes ciudades gobernadas por demócratas, como Los Ángeles o Washington, en auténticos "campos de entrenamiento" para el ejército estadounidense. Según él, se trata de entrenar a las fuerzas armadas y al mismo tiempo combatir la criminalidad… aunque los números dicen otra cosa.

Trump insiste en que el verdadero enemigo ya está dentro del país: la "izquierda extrema radical". Y según él, es más difícil de combatir porque "no lleva uniforme". Por eso ha pedido a los militares que actúen dentro de Estados Unidos, en ciudades donde, según su visión, el orden se ha perdido.

No es la primera vez que lo hace. En junio, envió a la Guardia Nacional a Los Ángeles para sofoc

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