Un reciente estudio de Kaizen Talent reveló que el 94 % de los empleados permanecería más tiempo en una empresa que invierte en su desarrollo profesional. El dato cobra relevancia en un país como Colombia, donde, según la OCDE, la tasa de rotación laboral llega al 41 % anual, una de las más altas de la región.

En medio de este panorama, la capacitación dejó de ser vista como un gasto para convertirse en un pilar estratégico para las organizaciones. No solo permite consolidar equipos de alto rendimiento, también impulsa la marca empleadora y mejora indicadores clave como la productividad y la atracción de talento.

De hecho, de acuerdo con cifras de Randstad, una marca empleadora sólida puede reducir en un 50 % los costos de contratación y en un 28 % la rotación de personal.

Le puede

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