El fútbol son estados de ánimos y el Atlético anda subido en la ola de la euforia, una contraria a la que surfeó a principios de temporada , cuando se hundió en la marea del Alavés , Espanyol y Mallorca . La agónica remontada contra el Rayo y el manotazo al Real Madrid actuaron como baliza de la tabla rojiblanca, que surca ahora los mares continentales con otro brío, impulsado por la inercia. Todo siempre es más sencillo con el aire a favor.
De pronto la corriente ha cambiado su dirección en el Metropolitano . Todo lo que salía cal ahora es arena. Los balones divididos se tiñeron de rojiblanco, también las jugadas dudosas y supieron golpear sin ser golpeados. Cambio radical. Tal es la inercia que Julián Álvarez se atrevió a tirar un penalti a lo panenka, Giuliano a