El oro alcanzó los US$3.805 por onza , estableciendo un récord histórico en medio de un contexto de alta incertidumbre global. La amenaza de un cierre parcial del gobierno estadounidense, sumada a nuevos aranceles de hasta 100% sobre productos importados anunciados por la administración Trump , ha reforzado la percepción del metal amarillo como refugio seguro frente a la volatilidad de los mercados.
En Estados Unidos, los índices bursátiles registraron avances moderados: el S&P 500 subió 0,3% y el Nasdaq 100 ganó 0,4% , mientras que los rendimientos del bono a 10 años retrocedieron a 4,14% . En contraste, el oro se disparó por encima de los US$3.800, reflejando la preocupación de los inversores ante la posibilidad de un cierre gubernamental y la ralentización de la economía.