Por Juan Pablo Rebora *
El sector financiero local avanza en un proceso de cambios marcados por la digitalización y la innovación tecnológica, mientras enfrenta viejos problemas estructurales: altas tasas de interés, escasa confianza y falta de inclusión.
El sistema financiero argentino está íntimamente ligado a los vaivenes de la economía nacional. En ese contexto, la inclusión financiera, el fortalecimiento de la confianza, el desarrollo del mercado de capitales y la competencia entre bancos aparecen como ejes centrales para su consolidación.
La transformación digital y la innovación tecnológica representan una oportunidad: captar más clientes, transparentar la relación con los usuarios y ganar eficiencia operativa. Sin embargo, el sector todavía convive con problemas históricos como