En apenas cinco días, 128 campesinos tuvieron que huir de las veredas de Tájni y Doradas Altas en la región del Bajo Cauca, por los continuos enfrentamientos entre grupos criminales y los campos minados que rodean sus tierras.

Entre ellos, de acuerdo con la Alcaldía de Tarazá, que no escatimó esfuerzos para acogerlos en el coliseo municipal, llegaron 32 menores de edad y 18 adultos mayores. Así como también algunos de los profesores de niños, niñas y adolescentes, que fueron desplazados.

Tratando de encontrar un lado amable a esta difícil situación, la administración donó kits escolares y adecuó una sala en la biblioteca del pueblo para que los estudiantes pudieran seguir con sus clases.

Así lo dio a conocer la profesora que, también fue desplazada, Mayelis Patricia Castro, en diálogo c

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