Petróleos Mexicanos (Pemex) atraviesa una de las crisis más profundas de su historia. Tras décadas de ser la principal fuente de ingresos del país, la empresa productiva del Estado está en camino de registrar su mayor déficit fiscal en 87 años, con una cifra estimada en 31 mil millones de dólares, de acuerdo con analistas.

La situación es resultado de la caída de ingresos petroleros, el desplome de la producción —casi a la mitad de lo registrado hace 20 años— y los rescates masivos para sostener a la compañía frente a una deuda que supera los 100 mil millones de dólares.

“Ahora, efectivamente, Pemex dejará de contribuir a las finanzas públicas, y los contribuyentes tendrán que pagar más para subsidiar a Pemex”, advirtió Jorge Cano, analista de la consultora México Evalúa.

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