José Mourinho lanzó un beso a los aficionados del Chelsea que coreaban su nombre. Rogó a los seguidores del Benfica que dejaran de lanzar objetos a un jugador. Incluso corrió al campo para retirar un balón extraviado.
El técnico que una vez fue apodado “El Especial” fue el centro de atención el martes en su regreso a Stamford Bridge.
Pero no logró un triunfo.
En el primer partido del estratega portugués en la Liga de Campeones en cinco años, el Benfica de Mourinho dio una buena pelea, pero perdió 1-0 ante el Chelsea, el club inglés en el que pasó dos etapas —de 2004 a 2007 y de 2013 a 2015— y en donde se estableció como uno de los grandes entrenadores de su generación.
El estatus de Mourinho puede haber caído, pero todavía es venerado en esta parte del suroeste de Londres, y los aficio