La vida de Miguel Antonio Lugo, de 74 años de edad, dio un giro radical la mañana del viernes 26 de septiembre, cuando una de sus muletas falló y le generó una aparatosa caída que le devino en una fractura intertrocantérea de fémur; que se traduce en una rotura del hueso del muslo que ocurre en la zona de dos protuberancias óseas donde se insertan los músculos de la cadera.

José Miguel Lugo, su hijo, relató a Avance que “él, quien hace cuatro años atravesó la amputación de su pierna derecha, a causa de la Diabetes Tipo 2 que padece, se manejó perfectamente con sus muletas. Siempre fue muy independiente y jamás había tenido tropiezo alguno, su condición ahora es bastante delicada porque debe permanecer completamente inmovilizado para evitar el desplazamiento del hueso”.

Ante este difícil

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