Cuando no son las compañías de servicios públicos que rompen las veredas para hacer arreglos y no las dejan en condiciones, las raíces de los árboles las levantan o los frentistas las hacen con ladrillo, empedrados, subidas, bajadas y parches, que las convierten en trampas para todos los transeúntes, en especial niños y ancianos.

Se pueden realizar reclamos ante el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires o los municipios del conurbano , pero la acción concreta queda en zonas grises de las propias legislaciones y de su ejecución.

Por ejemplo, si la acera se deterioró por el desgaste que surge del uso, el responsable de repararla es el propietario frentista.

Pero si de su situación debiera encargarse el Gobierno de la Ciudad, se puede hacer el reclamo en forma personal a

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