Abundan las evidencias respecto al deterioro de la calidad, pertinencia y equidad de la educación básica obligatoria en nuestro país. ¿O no es alarmante que un 70% de niñas y niños no comprendan lo que leen ni resuelvan problemas matemáticos básicos después de seis años en la educación primaria (ENLA, 2024) y que solo un 51.37% de jóvenes entre los 15 y 29 años concluyan la secundaria? (DVV International, 2024).
Niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos no aprenden durante su educación básica a pensar con autonomía, a autorregular sus emociones, a enfrentar las injusticias. Esta tampoco despierta su interés por participar en la búsqueda de soluciones éticas y sostenibles a los desafíos del planeta, ni les enseña a distinguir entre la verdad y la falsedad, entre otras competencias bási