El último martes en La Casa de los Famosos México rompió la tradición. Ya no hubo cine previo a la nominación: la producción sorprendió con un debate entre finalistas .

El formato recordó a los debates presidenciales . Los habitantes tuvieron que defender su imagen e ideas frente al público, justo antes de la etapa decisiva.

La conducción se centró en dar orden y tiempos justos . El ambiente dejó de lado la emotividad del cine y dio paso a la confrontación de argumentos .

En la primera ronda , los participantes hablaron de sus trayectorias . Cada uno destacó fortalezas, aprendizajes y momentos clave . Fue el inicio de una noche distinta.

La segunda ronda elevó la tensión. Se les preguntó quién tuvo el peor carácter dentro de la casa , y la dinámica abrió confesio

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