Hubo un puñado de actuaciones aceptables nomás. Pero los últimos rendimientos de los equipos argentinos de atletismo en los torneos sudamericanos y panamericanos de las categorías juveniles podrían ser vistos como espasmos, picos de rendimientos positivos que no pueden ocultar una realidad: desde hace mucho años el atletismo nacional no está bien.
Nadie puede pasar por alto lo que sucede en las competencias absolutas de ese nivel continental. Las actuaciones van en declive más allá de algunas excepciones individuales. En el Campeonato Sudamericano de Mar del Plata realizado en abril, por ejemplo, y pese a la localía, Argentina ganó sólo tres pruebas, la mitad de lo conseguido en San Pablo en 2023. Hubo mejoría en algunas marcas, pero eso no alcanza.
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