Es como la copla, cosa del pueblo. El capitalismo feroz ha descubierto que el aire es el gran negocio y va a ello a vida o muerte. Todo se mueve por el aire, los aviones, la radio, la televisión, el teléfono, la luz y energía de las empresas y las casas; y todos y cada uno deben pagar por consumirlo. Todavía no se han hecho dueños de las mariposas, los pajaricos y los pulmones, pero todo se andará. El petróleo se acabará, pero el aire no, por mucho que lo ; que es otra forma de negocio en medicinas e incendios. ¿Cuándo volverá a ser el pueblo llano, representado por el estado, dueño de las riquezas naturales de todos? Qui lo sa. Seguiremos así hasta que la gente se dé cuenta de que seguimos trabajando para los dueños del cortijo en el que nos ha tocado nacer; hasta la muerte. Si nadie lo

See Full Page