Esposado, rodeado de policías y con un chaleco naranja que decía "detenido". Así llegó Pequeño J, el principal acusado del triple crimen de Florencio Varela, a la Dirección Antidrogas de Perú tras ser arrestado. Antes de ingresar, alcanzó a tener un breve cruce con la prensa en el que se desligó de los asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Morena Gutiérrez (15).
"Nos están echando la culpa nada más, no matamos a nadie", dijo cuando le preguntaron por las tres chicas. Detrás, otros efectivos arrastraban a su mano derecha, el argentino Matías Sebastián Ozorio.
"¿Algo que decirles a su familia?", insistió otro periodista. Tony Janzen Valverde Victoriano (20), su verdadero nombre, respondió: "Que tienen que encontrar al culpable porque yo no tengo nada que ver".
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