La cultura del asado ha experimentado una verdadera revolución en México durante los últimos años.
Lo que comenzó como una tradición familiar y regional se ha transformado en un arte culinario sofisticado que posiciona al país como un referente internaciona l en técnicas de cocción a las brasas.
El norte de la República, cuna de esta transformación, y algunas zonas del Bajío han sido el epicentro de una escena gastronómica que combina la calidad excepcional de la producción cárnica nacional con métodos ancestrales y técnicas contemporáneas.
Aquí se pueden encontrar las mejores preparaciones de este tipo de cocción. (Freepik.)
Esta evolución ha capturado la atención de chefs y comensales de todo el mundo, convirtiendo a las parrillas mexicanas en destinos obligados para los amantes