Con tranquilidad y sin incidentes se realizó, el martes, el desalojo definitivo y la demolición de la "Toma Calicheros", levantada ilegalmente en Quilpué, en terrenos pertenecientes al empresario Alejandro Correa, quien fue asesinado en 2020 por un sicario tras haber denunciado la usurpación. La expulsión -derivada de una orden judicial- se desarrolló, sin embargo, en medio de reclamos de los pobladores. Uno de ellos, en particular, arremetió contra Valentina Correa, hija de la víctima de homicidio, quien ha ejercido como vocera de la familia en este periodo. "Quisiera preguntarle a la señora Valentina si, con esto, ella es feliz; si como persona católica que dice ser, se siente realizada y feliz", dijo el hombre. "Yo siento mucho la muerte de don (Alejandro) Correa", pero su hija "debería

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