El error del colombiano Richard Ríos marcó el pulso emocional del partido entre Chelsea y Benfica en la segunda jornada de la Liga de Campeones.
Un autogol a los 18 minutos, tras un centro bajo de Alejandro Garnacho, le dio la victoria por la mínima diferencia al conjunto inglés en un encuentro señalado por el regreso de José Mourinho a Stamford Bridge, ahora como entrenador del equipo portugués.
La jugada generó un impacto inmediato tanto en el marcador como en las reacciones públicas y dentro del propio vestuario.
La gestión de la crisis futbolística desatada por el autogol quedó en evidencia en las declaraciones del técnico portugués.
Mourinho reconoció en rueda de prensa que el desempeño de Ríos estuvo condicionado por las condiciones del juego y la presión.
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