Quien pasea hoy por la Plaza Salamero de Zaragoza difícilmente imagina que, sobre uno de sus edificios más singulares, se conserva un pedazo de la historia más oscura del siglo XX . Se trata de una antigua sirena de siete bocinas metálicas , visibles aún desde la calle, que durante la Guerra Civil Española se utilizó para alertar a la población de los bombardeos que sufría la ciudad.

La instalación se encuentra en la azotea del inmueble situado en el número 5 de la calle Teniente Coronel Valenzuela, junto a la plaza. Sus trompetas, de casi dos metros de longitud, conformaban un sistema acústico capaz de inundar el centro de Zaragoza con un estruendo imposible de ignorar. Su objetivo era claro: dar tiempo a los vecinos para buscar refugio ante la inminencia de los ataques aéreos

See Full Page