
La mayoría absoluta del PP, junto con el rechazo de Vox, ha bastado este miércoles para tumbar una moción del PSOE para condenar el “genocidio” en Gaza, alegando que se trata de una forma de “desviar el foco” de los “casos que cercan” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a quien “los gazatíes le importan poco”.
La iniciativa ha contado con el rechazo de ambos partidos y la abstención de Unión del Pueblo Navarro (UPN), mientras que el PSOE y el resto del hemiciclo han votado a favor.
El texto se ha debatido un día después de que el presidente del Senado, Pedro Rollán, condenara la “masacre de civiles palestinos” y denunciara la respuesta “desproporcionada” de Israel a los atentados terroristas de Hamás de octubre de 2023.
Rollán, que también reclamó la entrega de los rehenes secuestrados por Hamás, instó a establecer un “alto el fuego inmediato y permanente” antes de que el pleno de la Cámara Alta guardara un minuto de silencio por las víctimas del conflicto.
El portavoz del PSOE en la Cámara Alta, Juan Espadas, ha subrayado que Gaza se ha convertido en “un páramo de muerte y hambruna” tras la intervención militar de Israel, cuya magnitud “no permite la tibieza o las dudas que tiene el PP” a la hora de condenar lo que ha calificado como un “genocidio”, y “mucho menos la justificación de líderes como Ayuso o Aznar, que prefieren ser cómplices con tal de criticar” la acción del Gobierno.
“No venimos a plantear una cuestión semántica, sino de humanidad. Hablamos de calificar unos hechos como lo que son, que sí lo concreta la ONU: como un genocidio”, ha resumido.
También ha mostrado el apoyo de su grupo a la flotilla que viaja hacia la Franja, así como a la propuesta del presidente de EEUU, Donald Trump, para detener el conflicto, “siempre que acelere la ayuda humanitaria, libere a los rehenes y prisioneros y evite la anexión” de Gaza por parte de Israel.
El rechazo del PP lo ha explicado la senadora Pilar Rojo, que ha censurado que al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “los gazatíes le importan poco” y los utiliza para “desviar el foco de los casos que cercan a su Gobierno”, todo ello a través de un “decreto improvisado” con el que pretende “dividir y enfrentar a los españoles”.
Al mismo tiempo, ha exigido que Israel “detenga la masacre” y ha hecho suyo el discurso del Rey Felipe VI en la Asamblea General de la ONU, quien imploró al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu el fin de la “masacre” de la población palestina.