El escándalo Epstein se ha convertido en un problema político y personal irresoluble para Donald Trump , que afecta directamente la solidez de su base MAGA y pone en evidencia la fragilidad de su estrategia de apoyarse en teorías conspirativas para sostener el entusiasmo de sus seguidores.

En privado, incluso algunos de sus aliados más fieles reconocen que el daño ya está hecho: las encuestas muestran que un 60 % de los estadounidenses desaprueba la manera en que Trump ha manejado el caso, aunque aún no se observa una deserción masiva dentro de sus bases. El vínculo de Trump con Jeffrey Epstein , con quien mantuvo una relación social hasta al menos comienzos de los 2000, sigue generando sospechas. Registros judiciales, entrevistas antiguas y declaraciones en revistas como New York

See Full Page