El sufrimiento emocional es, muchas veces, una batalla invisible. No se ve en radiografías, no deja moretones en la piel, pero puede sentirse como un peso insoportable en el alma. Hay quienes cargan con esa sensación de vacío, tristeza o desesperanza en silencio, convencidos de que deben “aguantar” o que pedir ayuda es un signo de debilidad. Al mismo tiempo, existen familias y amigos que observan con impotencia cómo alguien cercano se apaga poco a poco, sin saber qué hacer ni qué decir.
Romper ese silencio puede salvar vidas. Reconocer el dolor, validarlo y buscar apoyo son actos de valentía. Y en esa búsqueda de apoyo, existen recursos inmediatos, profesionales y gratuitos que pueden marcar la diferencia.
Cuando El Dolor Te Afecta Directamente
La cultura nos ha enseñado a callar, a pon