Temerosa y con ganas de tirar la toalla. Así se siente Susana Linares, la propietaria de un apartahotel en la parroquia Unare que hoy enfrenta una demanda por 15.972 euros por parte de la empresa Fospuca Caroní, recolectora de desechos que desde su llegada a la urbe en 2022 complica la situación a los escasos comerciantes que continúan apostando por la ciudad.

Tal como han venido denunciando representantes del sector comercial en Ciudad Guayana, a pesar de las conversaciones dirigidas por la Gobernación del estado Bolívar, Fospuca Caroní continúa afectando al sector comercial con medidas de embargo y demandas que no han parado de ser usadas como método de coacción para que, incluso quien no tiene recursos, pague las deudas que les impone Fospuca.

Correo del Caroní se traslad

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