Jane Goodall murió este 1 de octubre de 2025, a los 91 años, dejando tras de sí uno de los legados más profundos de la ciencia y la defensa ambiental. Su nombre se convirtió en sinónimo de respeto a la vida silvestre y de compromiso con el planeta.
Nacida en Londres en 1934, desde niña mostró una fascinación inusual por los animales. A los 26 años llegó a África, donde el paleoantropólogo Louis Leakey le abrió las puertas de un sueño: estudiar a los chimpancés en estado salvaje. Así inició, en 1960, su proyecto en la reserva de Gombe, Tanzania, que transformó para siempre la primatología.
Goodall no solo observó: se acercó a los chimpancés como individuos, dándoles nombres, reconociendo sus personalidades y documentando sus emociones. Sus hallazgos revolucionaron la ciencia: demostró que