La movilidad en la Vía al Llano sigue siendo un reto para miles de conductores. A pesar de que se levantaron los bloqueos que mantenían interrumpido el paso, las largas filas y las demoras persisten cerca del sector afectado por el reciente derrumbe, generando malestar entre transportadores y viajeros.
Los reportes de los usuarios indican que el tráfico avanza a paso lento, especialmente en los puntos de control establecidos por las autoridades para garantizar la seguridad en la zona. La situación se complica debido a la inestabilidad del terreno y a los trabajos de remoción de material que aún no concluyen.
El Ministerio de Transporte y la concesionaria encargada de la vía han manifestado que se mantienen los operativos para agilizar el paso y brindar soluciones temporales mientras se