La empresa apuesta por contratos formales, prestaciones y horarios flexibles para un grupo poblacional que suele enfrentar barreras de edad en el mercado laboral.
@NancyRosally
En la tienda de Starbucks en la calle Monte Elbruz, los clientes se encuentran con Don Armando Corona . Tiene 83 años y aún se coloca el mandil verde como lo ha hecho por más de diez años. Con su trato pausado y seguro transmite calma, y en cada saludo deja ver la historia de un hombre que encontró en el trabajo una manera de seguir adelante.
Durante décadas su vida estuvo ligada a la hotelería. Fue mesero, capitán y gerente de banquetes en distintos hoteles de la ciudad, hasta que las vueltas de la vida lo llevaron a buscar un nuevo comienzo. Cuando supo que Starbucks estaba abriendo sus puertas a adultos m