"La muerte de un cristiano, la muerte de un obispo, no es un fracaso, sino la culminación del seguimiento" . Con estas palabras, el cardenal José Cobo , arzobispo de Madrid, quiso dar sentido al dolor que embargaba a la diócesis en el funeral por José Antonio Álvarez , obispo auxiliar fallecido el 1 de octubre a los 50 años a causa de un infarto.
En su homilía, Cobo se apoyó en el Evangelio del día y en el lema episcopal del difunto, " Sígueme" , para trazar el hilo conductor de su mensaje: " Hoy sentimos que este “sígueme” ha alcanzado la plenitud: Jesús te ha llamado de nuevo, no para una misión en la tierra, sino para entrar en la Vida definitiva" .
Archimadrid
"Estar con él ha sido un lujo, ha sido un regalo"
El arzobispo recordó la actitud de vigilancia y disponibilidad q