Cuando éramos chicos, si rompíamos un vidrio jugando, no éramos nosotros quienes poníamos la cara: eran nuestros padres quienes pagaban el daño y asumían la responsabilidad. Nosotros aprendíamos que había consecuencias, pero no cargábamos con todo el peso de nuestros actos. Ahora, desde el rol de adultos responsables, la situación es distinta.
En ese sentido, el ministro de Educación, Infancias y DGE (Tadeo García Zalazar) busca que Mendoza dé un paso fundamental en la lucha contra el acoso escolar . El ejecutivo presentó un proyecto de ley que pretende trasladar la “lección del vidrio roto” a un contexto mucho más complejo: ya no se trata de un vidrio roto, sino de la convivencia y vida emocional y social de niñas, niños y adolescentes en las escuelas.
Cuando hay agresión entre meno