Alrededor del mundo hay millones de aficionados al turismo rural, y es que cada vez son más los que prefieren explorar villas llenas de encanto que conocer una gran ciudad o irse unos días a la playa. En España hay miles de adeptos de este tipo de escapadas, aunque no muy lejos de la frontera con Francia también hay pueblos ideales para pasar un fin de semana repleto de paz y tranquilidad; un gran ejemplo de ello es la preciosa localidad de Saint-Guilhem-le-Désert.
Este minúsculo paraíso rural no suma ni 260 habitantes, pero ya se ha convertido en uno de los grandes destinos rurales del sur del país; de hecho, a pesar de su reducido tamaño, cada año hasta 800.000 visitantes se acercan a su impresionante casco histórico para descubrir todos sus secretos, por lo que en ocasiones puede estar